Primeras impresiones: Stranger Things

La industria del cine y la TV han buscado siempre trucos para atraer y mantener a su público cautivo. En décadas y décadas del séptimo arte, casi todos los géneros han tenido su tiempo: desde los musicales a la ciencia ficción, los productores llenan las salas con las expectativas de algo interesante, basando su atractivo en el elenco, directores e historias que agraden a todos.

A partir de ahí, ya sabemos lo que pasa. Sólo este mes, podemos citar a Las Cazafantasmas, Tarzán, Día de la Independencia 2 y Buscando a Dory como ejemplos de películas que han surgido debido a este sentimiento de nostalgia. En el mundo de las series, la situación no es muy diferente. Heroes Reborn, Los expedientes secretos X, Gilmore Girls e incluso Twin Peaks han renacido desde las cenizas, cada uno con sus propios resultados y éxitos.

Algunos de los principales problemas de estos remakes (adaptaciones, secuelas e inspiraciones) es, sin duda, la falta de originalidad. Muchos de estos ejemplos se duermen en esa nostalgia que sus realizadores creen que aseguran éxitos. Hay ocasiones, sin embargo, en que utilizan de manera inteligente esa nostalgia. Se entienden los elementos de un cierto período de tiempo y se crea algo nuevo, haciendo referencia a la nostalgia, pero sin ser rehén de la misma. Stranger Things es un buen ejemplo.

La serie está ubicada en Hawkings, pequeña ciudad de Indiana, en la década de los años ’80 y tiene como motor principal la desaparición del pequeño Will Byers en circunstancias sospechosas. Al mismo tiempo, se nos presenta a una chica llamada Once (Eleven en inglés), que probablemente escapó de un laboratorio del gobierno y puede estar relacionada con la desaparición de Will. Además hay un extraño ser que podría ser un ente alienígena, un experimento fallido del gobierno o un ser que quiere ayudarnos.

La mejor manera de explicar la nueva apuesta de Netflix es a través de referencias. Imagínese una serie con huellas de la película Super 8, pero con elementos y la ambientación de ET + Poltergeist + Goonies. Prácticamente todo lo que se refiere a la década de los ’80: desde la banda sonora (con reconocibles sintetizadores) hasta la elección de paletas de colores en pantalla (integrada a propósito por los creadores). Técnicamente, es casi perfecto. Es como si estuviéramos viendo una serie que realmente fue realizada en los ’80.

Refiriéndome al primer episodio en general, creo que las escenas están bien distribuidas, es posible tener una visión general de los personajes y, al mismo tiempo, no tarda mucho la introducción de la historia. Estos elementos hacen que la trama fluya con rapidez y nos mantenga enganchados. La desaparición de Will crea el impacto adecuado, como lo demuestra el movimiento continuo de la cámara que da la sensación de estar juntos con el niño.

Al hablar de esta trama, es imposible no hacer comentarios sobre la fuerza del elenco. Winona Rider, estrella de los años ’80 y gran nombre de la serie, es espectacular como Joyce. Incluso con algunos momentos para profundizar en su personaje. El resto del elenco ya tiene menos fuerza, pero debería ir mejorando en episodios posteriores, a excepción de Millie Bobby Brown… ¡Qué gran interpretación! Todas las escenas de la poco expresiva y misteriosa Once llenan de curiosidad y expectativas para la evolución futura.

De la poca información que se entrega el primer capítulo, sabemos que Once es una de varios experimentos en una estación de gobierno de Estados Unidos (aunque todavía tengo mis dudas sobre si esta instalación es realmente del gobierno), y está claro que los poderes telequinéticos de ella no deben ser restringidos. ¿Será Once el «monstruo» que escapó del laboratorio y se ha ido con Will, el número 10? ¿El encuentro entre Once y los amigos de Will podría ayudar a revelar algunos de estos misterios?

El primer episodio de Stranger Things puede recrear la estética y la magia de los años 80, pero son los momentos de originalidad en la serie donde muestra todo su potencial.

La primera temporada de Stranger Things se encuentra completa en Netflix